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jueves, 9 de junio de 2011

CAN YOU DIG IT? (¿PUEDES ENTENDERLO?)

Va tocar entenderlo y aceptarlo. Luego de muchos años la hora de decir adiós le ha llegado a un par de leyendas del deporte a los que acostumbramos a ver por tantos años. Uno luego lanzarla a un aro naranja y otro pisándola y pateándola, ambos serán recordados por sus triunfos y legados en el deporte.

El primero de ellos anunció su retiro días después de que el equipo al que perteneció hasta hace muy poco fuera eliminado de la presente postemporada en la NBA, mientras que el otro tuvo su despedida de la selección brasilera de fútbol durante esta semana. Por lo tanto, ya se estarán haciendo

idea de los personajes a los que me estoy refiriendo.

El gran Shaquille O'Neal se retira luego de 20 temporadas en las que triunfó con equipos como el Magic de Orlando, los Lakers de Los Angeles y el Heat de Miami. Además de estos equipos, “Shaq” finalizó su carrera en lo más profundo de la banca de unos Celtics de Boston, luego de sufrir difíciles lesiones, sobre todo en las rodillas, con las que tuvo que luchar y que eventualmente se convertirían en la gota que rebosó la copa.

Un jugador de su peso y estatura, normalmente generaría suposiciones entre la opinión experta en cuanto a lo que puede realizar y aprovechar de su condición. Y Shaq alcanzó y superó todas las expectativas convirtiéndose en el poste más importante y desequilibrante que haya tenido el baloncesto en los últimos 15 años. No por nada hace parte del exclusivo grupo de los 50 mejores jugadores de la historia, el cual es decidido por

la organización de la NBA conformada por jugadores, técnicos y miembros de la prensa.

Del otro lado está Ronaldo. Este crack brasilero del fútbol apareció como un gigante, y con su inmenso talento cautivó a propios y extraños desde una muy corta edad. Un jugador que futbolísticamente hablando marcó un antes y un después, en una década como la de los noventas dónde, luego de ver el retiro de un Diego Armando Maradona, el balompié mundial pedía un nuevo héroe.

Y es que no por nada lo siguen llamando “el fenómeno”. ¿Se imaginan ustedes que en un país como Brasil, luego de que a través de los años han visto a los más grandes futbolistas, a una persona lo llamen de tal forma?; tal distinción merecía en su época de nuestra atención y reconocimiento. Personalmente pienso que es el mejor jugador de fútbol en las últimas dos décadas, y sus títulos tanto a nivel de clubes como de selecciones reflejan que no estoy tan lejos de lo cierto, aunque eso pueda generar ciertas discusiones válidas. Mí época quedará en el recuerdo por haber visto jugadores como Zidane y como Ronaldo. Tanta categoría es difícil de resumir en pocas palabras.

Si bien son dos deportes muy distintos y quizás no tengan algo que ver el uno con el otro refiriéndome a los dos protagonistas de este escrito, pienso que ambos le dieron un renacer al deporte luego de convertirse en los llamados a reemplazar a un par de leyendas del deporte como lo son Michael Jordan y a Diego Armando Maradona, siempre guardando las distancias y proporciones de cada deporte.

Ambos comenzaron y terminaron sus carreras en años casi calcados. Sus logros y triunfos deberían recordarse más que sus tristes y recordados retiros producto de condiciones físicas de sobrepeso y rodillas lastimadas que mucho soportaron luego de años y años de competencia. Sin embargo, ambos fueron íconos de sus propias épocas y supieron escribir sus propias historias. Lo único que nos queda a los fanáticos es exaltar a las leyendas del ayer, y darles la bienvenida a las nuevas y futuras estrellas del fútbol, del baloncesto y demás deportes.