Desde que se juegan los torneos cortos en países como Argentina y Colombia, han surgido nuevos campeones que, en tiempos pasados, figuraban como equipos pequeños o débiles, y que de hecho lo siguen siendo, pero han podido pelear torneos locales, lo que anteriormente hubiese sido impensado para unos y hasta imposible para otros. El último de estos casos se dio el último domingo en el estadio Alberto J. Armando, más conocido como “La Bombonera”, donde Banfield se clasificó campeón del torneo apertura del fútbol argentino, tras ser derrotado 2-0 por Boca Juniors, pero recibiendo una mano de San Lorenzo quien superó a Newell’s Old Boys, el cual también se encontraba disputando el título.Banfield llegó a la última fecha con 41 puntos, 2 más que Newell’s, y ambos se enfrentaban a Boca y San Lorenzo respectivamente. Tras la derrota de los dos equipos protagonistas, “El Taladro”, se convirtió en el nuevo campeón del fútbol argentino por primera vez, después de casi 114 años de historia. Sin embargo, éste no ha sido el único caso en el que los equipos pequeños en Argentina han quedado campeones desde que se maneja el formato de los dos campeonatos por año, iniciado en 1991. Hace dos años en el apertura 2007, Lanús se coronó campeón por primera vez en su historia, y quien fuera dirigido por el ahora director técnico de Atlético Nacional, el hispano-argentino Ramón Cabrero. Este mismo equipo avisó en el clausura 2006, cuando terminara segundo detrás del campeón Boca Juniors. En los últimos años, otros equipos pequeños que nunca habían conseguido títulos, han sido protagonistas, como fue el caso de Gimnasia y Esgrima de La Plata, quien perdió el campeonato en la última fecha del apertura 2005, también contra Boca Juniors.
Y si en Argentina los equipos pequeños están dando el gran salto, en Colombia no es distinto. Desde el año 2002, tiempo en el que se empezaron a jugarse los torneos cortos en nuestro país, han surgido cuatro nuevos campeones. En el torneo finalización del 2003, fue Deportes Tolima. Asimismo, en el primer semestre de 2006, el Deportivo Pasto consiguió su primera estrella, y ese mismo año en el segundo torneo, el Cúcuta Deportivo hacía lo propio. Finalmente, en el año 2008, el Boyacá Chicó, con sólo cinco años en la máxima división, lograba su primer campeonato.
De igual forma, surgieron equipos como Real Cartagena, Atlético Huila y La Equidad, quienes alcanzaron sus primeras finales, para luego convertirse en subcampeones. En el caso de La Equidad, lo hizo al año siguiente de haber ascendido a la primera A.
Por otro lado, y si tenemos en cuenta lo ocurrido en Alemania en el último campeonato 2008-2009, parece ser que este fenómeno aparenta ser de magnitudes mundiales. Este año en el mes de mayo, el VfL Wolfsburg consiguió su primer título de la Bundesliga, ganándoles a los siempre poderosos Bayern Munich y VfB Stuttgart.
Las razones para que se diera el surgimiento de los equipos pequeños pueden ser muchas o pocas, dependiendo de sus puntos de vista. En mi opinión, esto se da debido a que los equipos grandes, hablando de Colombia, se ven más presionados ante el poco margen de error con el que cuentan por la corta duración de los torneos. A lo que me refiero, es que los procesos son más cortos y por lo tanto, los resultados se miden dos veces al año en vez de una. Esto hace que los equipos se vean obligados a cambiar constantemente sobre la marcha, ubicándolos en procesos más irregulares, y por lo tanto, con mayores inconsistencias. Es aquí donde los equipos pequeños, que son más dados a preservar los planteles unidos por más tiempo, y que generalmente pelean por mantener la categoría, entran en la discusión. Lo que yo pienso, es que todo esto ha ocurrido principalmente por la inconsistencia de los equipos grandes, quienes se están preocupando más por vender jugadores que por ganar títulos, y todo gracias a la gran cantidad de malos dirigentes que existen actualmente. Sin embargo, no se le debería quitar el mérito a los más pequeños, quienes últimamente han hecho mejor las cosas. Eso si...no todos.
La gran verdad, es que esos equipos pequeños se están abriendo paso en la disputa que anteriormente era de un grupo selecto, y que sus logros nadie se los quita. Y aunque en los últimos años se hayan visto torneos de un nivel muy bajo, los equipos pequeños que han quedado campeones en este tiempo han hecho mejor las cosas, y se han merecido lo que han ganado. Ahora la pregunta es, ¿Hasta cuándo durará la fantasía de los pequeños gigantes?
