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viernes, 12 de marzo de 2010

EL PODER DEL FÚTBOL

Desde los comienzos del fútbol y del deporte en general, las intenciones que se tenían en torno a crear una actividad competitiva fueron siempre con el fin de crear un espectáculo diferente, donde se buscaba entretener y divertir a los participantes. Pero con el pasar del tiempo, se fue llevando el deporte a niveles donde se buscaba el entretenimiento de las masas, y donde la profesionalización del mismo involucraba grandes inversiones de dinero, para finalmente convertirlo en uno de los mejores negocios que existe y que probablemente existirá.

Es por esta razón que el deporte, y en especial el fútbol, hace rato dejó de ser un espectáculo divertido y apasionante, y se convirtió en uno de los oficios más lucrativos para grandes inversionistas.

Dado esto, y ya que nos encontramos rodeados de campañas políticas por doquier, el cual parece ser el tema de moda por esta época (hasta que empiece la copa del mundo de la FIFA), les comentaré acerca de aquellos personajes que han estado ligados, tanto a la política como al balompié a nivel profesional, y que aparentemente les apasiona el poder de dos de las mejores actividades económicas en el mundo, la política y el fútbol.

El primero de aquellos personajes, es el Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi, quien además es el propietario y presidente del poderoso A.C. Milan. Adquirió el equipo en el año de 1986, y de ahí en adelante el club milanés se afianzó como uno de los equipos más poderosos del mundo. Además, siempre ayuda para los intereses económicos del club el hecho de que su máximo accionista esté entre los tres hombres más ricos de Italia.

Por otro lado, el caso más reciente con el que me he encontrado ha sido el del actual presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta, quien en varias ocasiones ha mostrado indirectamente su interés en buscar lugares en la política de la comunidad catalana. Según Laporta, su decisión de si se adentra a la política o no, vendrá únicamente después de que termine su labor como presidente del F.C. Barcelona en junio próximo.

Otro de los personajes importantes que ha dado el paso de dirigente deportivo a político, es Mauricio Macri. El ex presidente del Club Atlético Boca Juniors de Argentina, es ahora el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, posesionándose justo después de dejar su cargo en la presidencia del club de La Boca.

No obstante, los casos de grandes dirigentes que han seguido los pasos de la política, no son ajenos a nuestro país. Ese es el caso de los senadores Fuad Char y Gabriel Camargo, quienes son los propietarios del Atlético Junior y del Deportes Tolima, respectivamente. Ambos, tienen una amplia trayectoria como políticos y socios principales de equipos de primera división en Colombia.

Así como estos casos, existen muchos otros en el mundo, donde los grandes empresarios del fútbol o de otras actividades, miran hacía los lados de la política. El poder llama al poder. Es un sentimiento inherente del ser humano. Sin embargo, les digo una cosa…no me malinterpreten. Estos señores que mencioné anteriormente, son grandes responsables de los más grandes triunfos de sus respectivos equipos. Si observamos por ejemplo a Silvio Berlusconi, a Joan Laporta o a Mauricio Macri, han sido excelentes líderes y han sido parte de los más grandes momentos en la historia de sus clubes. Han sido los guías de las mejores dinastías de sus respectivas empresas (en este caso, equipos de fútbol). Además, todos estos señores tienen en común el ser grandes empresarios y administradores. Son personas millonarias y poderosas; aparentemente algo fundamental que se necesita para poder lograr armar grandes planteles y poder triunfar en este fútbol actual.

Es con este tema anterior, que enlazo lo mencionado en primer lugar con el contenido final de este escrito. Todos sabemos que desde hace mucho tiempo, el fútbol se convirtió en un negocio importante e increíblemente lucrativo. Sin embargo, ¿Es el fútbol un espectáculo o un negocio, o ambos? ¿Hace falta tener alma de político para dirigir correctamente a un equipo de fútbol? ¿O hace falta tener pensamiento de dirigente deportivo para dirigir a una región, ciudad o a un país? ¿Qué impulsa a estos señores a seguir carreras políticas, es la plata o son las ganas de ayudar a la gente? Ahí les planteo el tema para la discusión.

El fútbol es como es, y ya estamos acostumbrados a que la competencia y el objetivo de ganar mucho dinero supere la pasión del espectáculo. No obstante, así es como lo disfrutamos y así seguirá siendo por muchísimo tiempo más.