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jueves, 7 de octubre de 2010

HAY PLATA PERO NO HAY PLATA

Unos porque tuvieron o tienen mucha, y otros porque no la tienen. Narcotráfico y mafia, malas administraciones, corrupción, falta de apoyo y patrocinio, desorden, enredos fiscales y judiciales, y muchos otros factores, tienen enredada la situación actual del fútbol nacional a menos de un año para la realización de la copa del mundo de la categoría juvenil a realizarse en nuestro país.

Definitivamente la situación en el fútbol colombiano se encuentra en un punto complicado, y no sólo hablo de la parte futbolística. Las constantes huelgas en varios de los equipos, tanto en la primera como en la segunda división, además del reciente caso que involucra a Independiente Santa Fe con redes del narcotráfico, hacen pensar que el escenario es preocupante. Todo esto se da en un momento donde la Federación Colombiana de Fútbol y el país entero se encuentra en plena preparación para llevar a cabo la organización del próximo mundial sub 20 de la FIFA.

Y es que estos aspectos han afectado el normal transcurrir de la actual Liga Postobón II, lo que se ve reflejado en las bajas asistencias a los estadios, y las huelgas internas por la no cancelación, por parte de los equipos, de los salarios a los jugadores donde se incluyen los pagos de seguridad social, entre otros aspectos. Las bajas asistencias a los estadios son el resultado producto de las obras que se realizan a los escenarios que servirán para organizar los partidos para el mundial juvenil de fútbol, el cual se realizará en nuestro país el próximo año en el mes de agosto.

Ante la necesidad de jugar en escenarios y ciudades inusitadas, los equipos de la primera división se han visto impactados sensiblemente en sus desempeños tanto deportivos como administrativos. Las incomodidades que generan, tanto para los equipos como para los aficionados, las obras en los estadios, han hecho que los recaudos por taquilla hayan disminuido generando así atrasos en los pagos de nómina a los jugadores, lo que a su vez ha producido amenazas y huelgas internas.

Además, los dineros dados por la organización Ardila Lülle a través de la empresa que se convirtió en el nuevo patrocinador principal del fútbol profesional colombiano, Postobón S.A., ya se esfumaron debido a que todos los equipos utilizaron su parte para cancelar deudas relacionadas a sueldos y seguridad social. Y como las deudas de los equipos son tan extensas, la plata no alcanzó.

Ante esto, la Federación Colombiana de Fútbol, Coldeportes y la Dimayor, deberían exigir con mucha más severidad a los equipos para que éstos cumplan con sus obligaciones administrativas y financieras. Asimismo, la pobre presencia de la Acolfutpro (Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales) ante estas situaciones hace pensar que debe haber una reestructuración en la junta directiva de esta entidad. Se deberán asesorar legalmente de una mejor forma, para que este tipo de organizaciones pueda exigir, de una forma mucho más estricta, el cumplimiento de la ley, así como los derechos de todos los jugadores de fútbol profesionales. (Dando clic aquí se puede observar la composición directiva de la Acolfutpro. Observen y juzguen por ustedes mismos)

Por otro lado, empezaron a sonar por estos días y con mucha más fuerza las versiones que vinculan a Independiente Santa Fe con las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, relacionadas con la entrada de dineros provenientes de las mafias del narcotráfico. Las bases que fundamentaron las investigaciones y posteriores determinaciones de la Fiscalía, se establecieron a partir de los resultados obtenidos por la Operación Cuenca del Pacífico, donde hasta el momento se ha incautado un total de 128 millones de dólares.

La presencia del narcotráfico en el Fútbol Colombiano ha estado presente en los últimos 30 años, donde son muy pocos los equipos en el rentado nacional que se “salvan” de la salpicada de este mal. (Como nota aparte les recomiendo que lean el especial del portal Fútbol Red, donde reseñan una crónica de los últimos 30 años del balompié en nuestro país y su relación con las mafias del narcotráfico. Pueden verlo dando clic aquí.)

La presencia de plata mal habida no se debe permitir, y entidades como Coldeportes debe salir al frente y asumir, de la mano con la Fiscalía, la Policía y demás, el liderazgo frente a esta peste de la que pareciera ser imposible escapar. Además, el hecho de que Santa Fe haya recibido dineros procedentes del tráfico de drogas, no debe asociarse con el hecho de que el equipo cuente con mucho capital en este momento; las platas siempre terminan “embolatadas” y la que termina siendo la única víctima es la imagen del equipo. Probablemente el equipo capitalino terminó siendo una simple fachada que permitió lavar dineros de organizaciones relacionadas con el narcotráfico.

Lo cierto es que la situación actual del fútbol colombiano preocupa y se deben tomar cartas en el asunto. La plata es para tenerla, pero para tenerla bien. Es injustificable la presencia de jugadores desmayados en los entrenamientos de los equipos porque no tienen ni dinero ni para comer. Esto resulta lamentable, por lo que se deberán tomar decisiones radicales que exijan el cumplimiento y la seriedad de las administraciones de los equipos de fútbol profesional en Colombia.

Ya sea porque tienen mucha o ya sea porque tienen poca, el problema es grave y delicado pero no es imposible de resolver. El éxito deportivo va de la mano con el éxito administrativo; de ahí que se deba resolver primero lo primero, para que todo vaya de la mano con el fin de que podamos tener un fútbol competitivo y así organizar y realizar el mundial sub-20 de la mejor forma posible, siendo responsables y serios en todos los aspectos. Es una cadena en la que ningún eslabón puede ceder.