Buscar este blog

sábado, 13 de febrero de 2010

NOCHE DE ESTRELLAS EN TEXAS

Antes que nada, quiero darle las gracias a mi gran amigo Hector De La Hoz, quien es el gran responsable de que todos ustedes puedan disfrutar de este escrito.

El próximo catorce de febrero, cincuenta días antes del comienzo del verano y día de San Valentín, se llevará a cabo el tan esperado juego de las estrellas de la NBA, el cual marca la mitad de temporada para los equipos que conforman la liga profesional de baloncesto de los Estados Unidos, y en el cual se enfrentan los jugadores más emblemáticos de las conferencias Este y Oeste. Este año, en su quincuagésima octava edición, el juego tendrá como sede la casa los Dallas Cowboys de la NFL, el nuevo “Cowboys Stadium” el cual fue inaugurado en el año 2009 y es el segundo estadio más costoso del mundo. Será la segunda vez que el juego de estrellas de la NBA se realice en un estadio de fútbol americano, y se espera que asistan más de 90,000 personas, lo que representaría un record para cualquier partido de baloncesto en toda la historia del deporte.

Pero yendo a lo que ha sido la temporada hasta este momento, los aficionados a la NBA hemos podido presenciar el surgimiento de nuevas figuras y el establecimiento de otras, que en años anteriores eran las llamadas a convertirse en grandes estrellas del mejor baloncesto del mundo. Jugadores como Kevin Durant, Rajon Rondo, Derrick Rose, Deron Williams y Brandon Roy, son algunos de los nombres que se merecen su lugar en esa lista. Junto con ellos, también hemos sido testigos del ascenso sorpresivo de equipos como el Thunder de Oklahoma y los Bobcats de Charlotte, así como del descenso de equipos que antiguamente eran llamados fuertes como los Knicks de New York y los Pistons de Detroit. Además de lo anterior, sucesos como los records de franquicia impuestos por Kobe Bryant y Phill Jackson (en cantidad de puntos y cantidad de victorias para Los Lakers de Los Angeles) han marcado la primera mitad de esta temporada, que si bien evidencia cambios con respecto a la temporada 2008-2009, mantiene la misma rivalidad entre los Cavaliers de Cleveland (Conferencia Este) y los Lakers de Los Angeles (Conferencia Oeste), los cuales se muestran como los favoritos para protagonizar las finales de la liga.

Para esta temporada ambos equipos, tanto Lakers como Cavaliers, han hecho grandes incorporaciones. En el caso de Cleveland, la adquisición de los servicios de Shaquile O’neal ha dado mayor solidez al juego interior del equipo, lo cual fue uno de los puntos por los cuales los Cavs no accedieron a la final de la temporada anterior, perdiendo contra un equipo como Orlando Magic que cuenta en sus filas con Dwight Howard, quien probablemente sea hoy por hoy el centro más dominante de la liga. Y a pesar de que la incorporación de O’neal al sistema de juego de los Cavs fue lenta, y el inicio de temporada para los de Cleveland fue un poco incierto, con el transcurrir de los partidos el equipo fue consolidándose hasta el punto que llevan trece partidos sin conocer derrota, sacándole seis juegos de distancia a su rival más próximo en la conferencia Este, el Orlando Magic.

Teniendo en cuenta los dos enfrentamientos sostenidos entre las dos escuadras durante esta temporada, el equipo del “Rey” Lebron James (Cleveland) ha salido triunfador, tomándole así una ventaja de dos juegos a su rival por el mejor record en la liga. Sin embargo recordemos que el año anterior, el equipo angelino ganó los dos partidos en los cuales se enfrentaron y aun así, al término de la temporada regular, no pudo alzarse con el mejor record lo cual a la postre le costó a Kobe Bryant su segundo premio de jugador mas valioso (MVP) de manera consecutiva, cediéndoselo a Lebron James.

Los Lakers por su parte, contrataron a un jugador que en el 2004 fue galardonado con el premio al mejor jugador defensivo y también catalogado como uno de los jugadores más polémicos de la liga, Ron Artest. Su inclusión en el equipo se dio gracias a la transferencia de Trevor Ariza hacia los Rockets de Houston. Cabe recordar que Artest y Bryant sostuvieron una riña muy cercana durante los siete partidos de la serie de playoff de segunda ronda entre Houston y Los Angeles la temporada anterior, por lo cual se pensaba que Artest iba a desestabilizar el equipo dorado y purpura. Sin embargo desde la primera semana, Artest ha encajado bien en el quinteto lagunero, y le ha dado mayor juego físico en defensa, agregándole además versatilidad a la ofensiva triangular de Phill Jackson.

Sin embargo, y hablando ya del juego de estrellas en sí, el nombre de Kobe Bryant estará entre los grandes ausentes, y quien se perderá el partido por una lesión. Otro de los grandes jugadores que se perderán el partido –en este caso por motivos personales- sería Allen “la respuesta” Iverson, y del cual muchos discutieron su participación ya que no tenía los méritos como para ser parte del gran juego. En sus lugares, estarán Jason Kidd de los locales Dallas Mavericks, y David Lee de los New York Knicks.

Está claro que el fin de semana de estrellas es una fecha especial donde se da rienda suelta al talento y espectáculo. Sin embargo, para los aficionados a este deporte, el juego de estrellas significa la recta final de una temporada regular, de la cual se espera que todos los equipos en competencia demuestren la razón por la cual la NBA es reconocida como la mejor liga de baloncesto del mundo.