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lunes, 19 de julio de 2010

SUDÁFRICA...OTRA VEZ EN LO MÁS ALTO

Muchos hablan de los triunfos de países como España, pero no nos podemos olvidar de los sudafricanos.

Durante un mes completo el mundo entero puso todos sus ojos en un país africano al sur del continente, donde el fútbol tuvo su casa y donde vimos a la selección española coronarse como nueva campeona del mundo. Sudáfrica, tuvo la fortuna de ser la anfitriona del evento deportivo más importante del mundo, y lo hizo de gran manera superando todas las críticas y adversidades en contra.

Pero los sudafricanos en años anteriores eran conocidos por destacarse en deportes muy distintos al fútbol. Uno de estos deportes es el rugby, y este país cuenta con una de las selecciones más poderosas en el mundo. Los Springboks, como se hacen llamar ellos, son los actuales campeones del mundo y del torneo Tri Nations.

Adicionalmente, en Sudáfrica siempre se ha practicado un muy buen golf y en ese país han nacido varios de los mejores jugadores del mundo a través de los años. Dentro del conjunto de personas que componen este grupo se encuentran jugadores como el gran Gary Player, Ernie Els, Retief Goosen, y también podríamos incluir nombres como el de Trevor Immelman, quien ganó el Masters en el 2008 (aunque a partir de aquello sus triunfos son completamente nulos).

A todos los golfistas sudafricanos se les distingue por su buen juego, el cual es elegante y técnicamente muy bien trabajado. Muestran gran habilidad en todos los aspectos del juego y son muy fuertes mentalmente, lo que les permite resolver con gran aplomo las situaciones a las cuales se encuentran expuestos los jugadores en un campo de golf.
Teniendo en cuenta todo esto, se debe agregar que en el fin de semana anterior se desarrolló la edición número 139 del abierto británico de golf (Conocido como The Open Championship en Gran Bretaña), el cual es el tercer torneo major del año y el más antiguo de los cuatro que tienen lugar anualmente. Es además el torneo abierto más importante del mundo. Es el torneo que todos quieren ganar.

Se celebraban 150 años desde que el campeonato se llevo a cabo por primera vez, y el torneo se realizó en la mismísima cuna del golf mundial. Los mejores jugadores del mundo se reunieron en el viejo campo de St Andrews, donde cada 5 años se celebra el torneo, siendo ésta la única cancha del Open Championship que cuenta con una rotación definida, debido a su tradición e importancia.

Yendo al torneo en sí, y cuando se acababa la segunda ronda del campeonato, los jugadores luchaban, ya sea por arrimarse a la punta del tablero o superar el margen del corte para jugar el fin de semana. Fue entonces cuando al final del día apareció al tope de la lista un jugador sudafricano con apellido raro. Aquel jugador se llamaba Louis Oosthuizen. Un total desconocido para la mayoría, al cual ni podían llamar correctamente ya que muchos ni sabían pronunciar su apellido.

Era tan desconocido que muchos de los jugadores y periodistas lo subestimaron y le daban pocas oportunidades de ganar, sabiendo que al final del segundo día estaba ganando el campeonato por cinco golpes. Inclusive, tras empezar el último día con 4 golpes de ventaja, las casas de apuestas británicas lo daban como el gran perdedor del día, viéndose superado por los ingleses Westwood y Casey en esta otra competencia fuera de los campos de golf.

Y es que mirando sus antecedentes, nadie apostaría por un tipo que sólo había pasado una vez el corte jugando los torneos grandes. Además, no pasó el corte la semana anterior en el torneo de Escocia válido por el tour europeo de golf. Así y todo, Oosthuizen demostró que el golf es muy distinto al tenis, en el sentido que en este último siempre ganan los mismos. En el golf, es más común ver a jugadores con muy baja clasificación ganar torneos importantes, ya que la diversidad de canchas y condiciones climáticas influyen muchísimo en el estilo de juego de los golfistas, lo que al final termina brindando más oportunidades de triunfar.

Cuando llegó el fin de semana, el juego y mentalidad del sudafricano nunca decayeron. Le sacó siete golpes a Lee Westwood quien terminaría segundo, nuevamente, en un torneo major. Ganó de punta a punta y nunca se vio amenazado por el que estuviera segundo en determinado momento, ya fuera Calcavecchia, Casey o Westwood. Oosthuizen demostró la versatilidad y mentalidad fuerte que caracteriza a los golfistas sudafricanos. Con sólo 27 años, Oosthuizen marcará una nueva época para los futuros golfistas sudafricanos, que intentarán seguir sus pasos. Esperemos que no le pase igual que a su compatriota Trevor Immelman, que desapareció del mapa tras ganar en el 2008 el Masters, y quien para esa época se posicionaba como la próxima gran figura del golf sudafricano.

Un tipo aparentemente callado y serio, de familia humilde, quien empezó a jugar profesionalmente gracias a la ayuda de la fundación de Ernie Els, que lo apoyo económicamente por tres años. Y como dato importante, para redondear la cosa, Nelson Mandela cumplió 92 años el pasado domingo, y este acontecimiento no iba a pasar desapercibido para Oosthuizen. "Pasará una semana hasta que me dé cuenta de lo que he hecho", decía. Con esta nueva victoria, Oosthuizen se convirtió en el cuarto sudafricano en levantar la Claret Jug. Felicidades a toda Sudáfrica, por tener como compatriota al campeón golfista del año. Y como se ve en el panorama, no dejaremos de hablar de Sudáfrica en bastante tiempo. ¡Hay Sudáfrica para rato!