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jueves, 14 de octubre de 2010

BRAVO POR LOS GIGANTES

Los Gigantes de San Francisco, equipo al cual pertenece el campo corto colombiano Édgar Rentería, venció a los Bravos de Atlanta en una de las series divisionales de la Liga Nacional en la actual postemporada del beisbol de las Grandes Ligas. Ahora, en la serie por el campeonato de la Liga Nacional, se enfrentarán a los Filis de Filadelfia, de los cuales se puede decir que entran a este duelo como los favoritos.

La serie divisional entre Bravos y Gigantes se caracterizó por ser muy disputada y pareja de principio a fin, donde el pitcheo de ambos equipos estuvo en un nivel altísimo y constante, especialmente por parte de los abridores de las dos novenas. Si bien la serie finalizó tres juegos a uno a favor de los Gigantes, los cuatro juegos que se disputaron se decidieron por diferencia de una sola carrera.

En el primer juego de la serie, el mejor lanzador de los Gigantes Tim Lincecum, se lució encima de la lomita cuando ponchó a catorce Bravos, estableciendo así una marca de postemporada para un pitcher de los Gigantes. El partido terminaría 1 carrera por 0.

En el juego 2, el marcador fue 5-4 a favor de los de Atlanta, donde se necesitaron once entradas para definir el marcador. Los dos juegos siguientes, tercero y cuarto de la serie, terminaron 3 a 2, ambos ganados por los Gigantes.

Pero la alegría no fue completa para los aficionados colombianos, ya que no pudimos ver completamente a nuestro representante, el barranquillero Édgar Rentería debido a que el paracortos vio acción en sólo dos de los cuatro juegos de la serie, en los cuales entró como bateador emergente. No obstante, Édgar cumplió con su labor y en sus dos turnos al bate consiguió dos imparables en momentos importantes.

Como dato interesante cabe resaltar que el manager de los Bravos, el eterno Bobby Cox, se retiró luego de dirigir a la novena de Atlanta por 25 temporadas. Lideró a los Bravos a 14 títulos de división consecutivos y a una victoria de Serie Mundial en el año de 1995.

Ahora, la lucha por el banderín de la liga nacional será entre los Gigantes y los Filis, actuales bicampeones de la liga nacional y tetracampeones de la división este, que vienen de barrer a los Rojos de Cincinnati donde actúa el campo corto cartagenero Orlando Cabrera. Ambas novenas vienen de tener magníficas temporadas y series divisionales, y se espera que sea un duelo cerrado, intenso y emocionante.

Siendo así la cosa, la expectativa que genera el primer enfrentamiento hará que éste dicte gran parte de la tendencia de esta serie, ya que ambos equipos enviarán al m

ontículo a sus ases del pitcheo. Por un lado, Tim Lincecum será el abridor del equipo de la bahía, y Roy Halladay hará lo propio para la novena de los Filis. Este último viene de lanzar un “no hit - no run”, convirtiéndose en el segundo lanzador en la historia de las grandes ligas que lo realiza en postemporada, luego de que Don Larsen lanzara un juego perfecto para los Yanquis en la Serie Mundial de 1956.

El primer juego de la serie por el campeonato de la liga nacional será el sábado 16 de octubre, y si bien el gran favorito es el equipo de Filadelfia, los Gigantes vienen de derrotar a un equipo “bravo” y difícil como fue el de Atlanta. En cuanto a Édgar Rentería, esperemos que el manager Bruce Bochy ubique al barranquillero como titular para poder ver al pelotero colombiano en acción y que con esto pueda seguir haciendo historia en la gran carpa del beisbol mundial. Bravo por los Gigantes, y Bravo por la costa Caribe y Colombia, porque todavía tenemos representación en la postemporada del beisbol de las Grandes Ligas.

jueves, 7 de octubre de 2010

HAY PLATA PERO NO HAY PLATA

Unos porque tuvieron o tienen mucha, y otros porque no la tienen. Narcotráfico y mafia, malas administraciones, corrupción, falta de apoyo y patrocinio, desorden, enredos fiscales y judiciales, y muchos otros factores, tienen enredada la situación actual del fútbol nacional a menos de un año para la realización de la copa del mundo de la categoría juvenil a realizarse en nuestro país.

Definitivamente la situación en el fútbol colombiano se encuentra en un punto complicado, y no sólo hablo de la parte futbolística. Las constantes huelgas en varios de los equipos, tanto en la primera como en la segunda división, además del reciente caso que involucra a Independiente Santa Fe con redes del narcotráfico, hacen pensar que el escenario es preocupante. Todo esto se da en un momento donde la Federación Colombiana de Fútbol y el país entero se encuentra en plena preparación para llevar a cabo la organización del próximo mundial sub 20 de la FIFA.

Y es que estos aspectos han afectado el normal transcurrir de la actual Liga Postobón II, lo que se ve reflejado en las bajas asistencias a los estadios, y las huelgas internas por la no cancelación, por parte de los equipos, de los salarios a los jugadores donde se incluyen los pagos de seguridad social, entre otros aspectos. Las bajas asistencias a los estadios son el resultado producto de las obras que se realizan a los escenarios que servirán para organizar los partidos para el mundial juvenil de fútbol, el cual se realizará en nuestro país el próximo año en el mes de agosto.

Ante la necesidad de jugar en escenarios y ciudades inusitadas, los equipos de la primera división se han visto impactados sensiblemente en sus desempeños tanto deportivos como administrativos. Las incomodidades que generan, tanto para los equipos como para los aficionados, las obras en los estadios, han hecho que los recaudos por taquilla hayan disminuido generando así atrasos en los pagos de nómina a los jugadores, lo que a su vez ha producido amenazas y huelgas internas.

Además, los dineros dados por la organización Ardila Lülle a través de la empresa que se convirtió en el nuevo patrocinador principal del fútbol profesional colombiano, Postobón S.A., ya se esfumaron debido a que todos los equipos utilizaron su parte para cancelar deudas relacionadas a sueldos y seguridad social. Y como las deudas de los equipos son tan extensas, la plata no alcanzó.

Ante esto, la Federación Colombiana de Fútbol, Coldeportes y la Dimayor, deberían exigir con mucha más severidad a los equipos para que éstos cumplan con sus obligaciones administrativas y financieras. Asimismo, la pobre presencia de la Acolfutpro (Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales) ante estas situaciones hace pensar que debe haber una reestructuración en la junta directiva de esta entidad. Se deberán asesorar legalmente de una mejor forma, para que este tipo de organizaciones pueda exigir, de una forma mucho más estricta, el cumplimiento de la ley, así como los derechos de todos los jugadores de fútbol profesionales. (Dando clic aquí se puede observar la composición directiva de la Acolfutpro. Observen y juzguen por ustedes mismos)

Por otro lado, empezaron a sonar por estos días y con mucha más fuerza las versiones que vinculan a Independiente Santa Fe con las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, relacionadas con la entrada de dineros provenientes de las mafias del narcotráfico. Las bases que fundamentaron las investigaciones y posteriores determinaciones de la Fiscalía, se establecieron a partir de los resultados obtenidos por la Operación Cuenca del Pacífico, donde hasta el momento se ha incautado un total de 128 millones de dólares.

La presencia del narcotráfico en el Fútbol Colombiano ha estado presente en los últimos 30 años, donde son muy pocos los equipos en el rentado nacional que se “salvan” de la salpicada de este mal. (Como nota aparte les recomiendo que lean el especial del portal Fútbol Red, donde reseñan una crónica de los últimos 30 años del balompié en nuestro país y su relación con las mafias del narcotráfico. Pueden verlo dando clic aquí.)

La presencia de plata mal habida no se debe permitir, y entidades como Coldeportes debe salir al frente y asumir, de la mano con la Fiscalía, la Policía y demás, el liderazgo frente a esta peste de la que pareciera ser imposible escapar. Además, el hecho de que Santa Fe haya recibido dineros procedentes del tráfico de drogas, no debe asociarse con el hecho de que el equipo cuente con mucho capital en este momento; las platas siempre terminan “embolatadas” y la que termina siendo la única víctima es la imagen del equipo. Probablemente el equipo capitalino terminó siendo una simple fachada que permitió lavar dineros de organizaciones relacionadas con el narcotráfico.

Lo cierto es que la situación actual del fútbol colombiano preocupa y se deben tomar cartas en el asunto. La plata es para tenerla, pero para tenerla bien. Es injustificable la presencia de jugadores desmayados en los entrenamientos de los equipos porque no tienen ni dinero ni para comer. Esto resulta lamentable, por lo que se deberán tomar decisiones radicales que exijan el cumplimiento y la seriedad de las administraciones de los equipos de fútbol profesional en Colombia.

Ya sea porque tienen mucha o ya sea porque tienen poca, el problema es grave y delicado pero no es imposible de resolver. El éxito deportivo va de la mano con el éxito administrativo; de ahí que se deba resolver primero lo primero, para que todo vaya de la mano con el fin de que podamos tener un fútbol competitivo y así organizar y realizar el mundial sub-20 de la mejor forma posible, siendo responsables y serios en todos los aspectos. Es una cadena en la que ningún eslabón puede ceder.